"Quien confía en Dios ya no tiene nada que temer, todo será para su bien.
No teman, confíen en el Padre, y oren hasta que estén seguros que Él guía todo.
En las dificultades, cuando lleven la cruz, canten, canten, estén llenos de alegría."
[María Reina de la Paz - Medjugorje]
"Si tienes algún temor, no importa cual sea, apártalo de tu mente y déjalo en manos de Dios.
Ten fe en Él.
[Donde brilla la luz, por Paramahansa Yogananda]
Vibhisana estaba desconcertado al ver a Ravana en un carro y al Héroe de los Raghus a pie.
Su gran cariño por el Señor le llenó la mente de temor y postrándose a sus pies, le habló con amor diciendo:
“Mi Señor, no tienes carro ni tampoco ninguna armadura para tu cuerpo, ni zapatos para tus pies. Entonces, ¿cómo vas a conquistar a tan gran héroe?”
“Escucha, amigo —replicó el Todomisericordioso—, el carro que le lleva a uno a la victoria es otro.
Valor y fortaleza son las ruedas de ese carro, mientras que veracidad y buena conducta son su pilar y bandera permanente.
Por otro lado, la fuerza, discreción, auto-control y benevolencia son sus cuatro caballos, atados al carro con las cuerdas de la misericordia, compasión y serenidad mental.
La adoración a Dios es el experto conductor, la calma el escudo, y la satisfacción la espada.
Igualmente, la caridad es el hacha, la razón es la lanza feroz y la más alta sabiduría es el implacable arco.
Una mente pura y firme es un carcaj, mientras que la quietud y diversas formas de abstinencia, Yamas, y las prácticas religiosas, Niyamas, son un manojo de flechas.
La reverencia a los bramanes y al propio maestro, es una impenetrable cota de malla; no hay otra arma tan eficaz como ésta para la victoria.
Amigo, quien posee tal carro de devoción no tendrá enemigo que conquistar en ningún sitio.
Escucha, amigo de mente firme: el héroe que posea tan poderoso carro puede conquistar hasta el más invencible enemigo, que es el apego al mundo”.
[El Ramayana]
Sri Rama a Bharata:
“Te siento humillado en espíritu sin razón alguna, querido hermano;
debes saber que el destino de las almas yace en las manos de Dios."
[Sri Rama a Bharata - El Ramayana]
Sri Rama a Kaikeyi:
“Madre, el mundo está controlado por la voluntad de Dios; nadie debería por tanto ser culpado”.
[El Ramayana]