Al exigirle al rey Dasaratha que cumpla con su palabra de otorgarle dos dones (la entronización de Bharata y el exilio de Sri Rama), la reina Kaikeyi le dice:
[...] "Si mis palabras te atraviesan como flechas cuando entran en tus oídos, ¿por qué no haces tus promesas después de pensarlo bien?
Acepta mi propuesta o recházala. Tú siempre cumples tus promesas.
Rechaza los favores que me prometiste; abandona la verdad y fomenta la infamia en el mundo.
Alabando la verdad me prometiste dos dones imaginando que yo pediría un puñado de granos.
Sibi, Dadhichi y Bali cumplieron su palabra a costa de su propia vida y posesiones". [...]
Acepta mi propuesta o recházala. Tú siempre cumples tus promesas.
Rechaza los favores que me prometiste; abandona la verdad y fomenta la infamia en el mundo.
Alabando la verdad me prometiste dos dones imaginando que yo pediría un puñado de granos.
Sibi, Dadhichi y Bali cumplieron su palabra a costa de su propia vida y posesiones". [...]
Ante el ruego de Sumantra para que regrese a Ayodhya, Sri Rama le dice:
[...] "Querido padre, has estudiado todas las verdades de la religión.
Sibi, Dadhichi y el rey Harischandra sufrieron grandes pruebas por salvar su virtud.
Los sabios reyes Rantideva y Bali mantuvieron intacta su virtud a través de muchas penalidades.
No hay virtud como la sinceridad: así lo dicen los Agamas, Vedas y Puranas.
Yo he encontrado esa virtud por un camino fácil. Si lo abandono, se me odiará en los tres mundos." [...]
Sibi, Dadhichi y el rey Harischandra sufrieron grandes pruebas por salvar su virtud.
Los sabios reyes Rantideva y Bali mantuvieron intacta su virtud a través de muchas penalidades.
No hay virtud como la sinceridad: así lo dicen los Agamas, Vedas y Puranas.
Yo he encontrado esa virtud por un camino fácil. Si lo abandono, se me odiará en los tres mundos." [...]
Luego que Sampati indicara donde estaba cautiva Sita, Jambavan dice:
[...] "Yo soy ya demasiado viejo, y en mi cuerpo no queda ni una partícula de mi fuerza inicial.
Cuando Sri Rama, el que mató al demonio Khara, asumió la forma de Trivikrama, era joven y poseía una gran fuerza.
En su esfuerzo por capturar a Bali, el Señor alcanzó un tamaño indescriptible. Sin embargo, en menos de una hora, corrí exactamente siete veces alrededor suyo". [...]
Cuando Sri Rama, el que mató al demonio Khara, asumió la forma de Trivikrama, era joven y poseía una gran fuerza.
En su esfuerzo por capturar a Bali, el Señor alcanzó un tamaño indescriptible. Sin embargo, en menos de una hora, corrí exactamente siete veces alrededor suyo". [...]
Angada, el hijo de Vali, dice a Ravana:
[...] "Dime, Ravana, ¿cuántos Ravanas hay en el mundo?
O mejor, escucha sobre cuántos yo he oído hablar.
Uno fue el mundo inferior, Patala, a conquistar a Bali y fue encerrado en los establos por los niños, quienes se burlaron de él y le azotaron hasta que Bali se compadeció de él y le puso en libertad.
Otro fue descubierto por el rey Sahasrabahu, quien le persiguió y capturó como si fuese una extraña criatura y se lo llevó a su casa por pura diversión. Entonces el sabio Pulastya fue en su busca y consiguió su libertad.
Y todavía hay otro, y me siento muy avergonzado al hablarte de él; éste fue apresado bajo el brazo de Vali.
No te enfades, Ravana, pero dime la verdad, ¿cuál de éstos podrías ser tú?".
///
"Sí, no hay nadie en todo el mundo tan humillado como tú.
Eres tímido por naturaleza, puesto que nunca aceptas alabarte a ti mismo.
Por ejemplo, las historias de la ofrenda de tus cabezas al señor Shiva y el levantamiento de la montaña Kailasa han sido creadas por tu mente y desde entonces las has contado veinte veces.
Y la historia de que por la fuerza de tu brazo fuiste capaz de conquistar a Sahasrabahu, Bali y Vali, la has guardado en secreto en tu corazón.
Escucha, necio, y no alardees más.
¿Puede alguien convertirse en un héroe por el hecho de cortarse su propia cabeza?
A un prestidigitador nunca se le ha considerado un héroe a pesar de que corte en trozos todo su cuerpo con sus propias manos. [...]
O mejor, escucha sobre cuántos yo he oído hablar.
Uno fue el mundo inferior, Patala, a conquistar a Bali y fue encerrado en los establos por los niños, quienes se burlaron de él y le azotaron hasta que Bali se compadeció de él y le puso en libertad.
Otro fue descubierto por el rey Sahasrabahu, quien le persiguió y capturó como si fuese una extraña criatura y se lo llevó a su casa por pura diversión. Entonces el sabio Pulastya fue en su busca y consiguió su libertad.
Y todavía hay otro, y me siento muy avergonzado al hablarte de él; éste fue apresado bajo el brazo de Vali.
No te enfades, Ravana, pero dime la verdad, ¿cuál de éstos podrías ser tú?".
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"Sí, no hay nadie en todo el mundo tan humillado como tú.
Eres tímido por naturaleza, puesto que nunca aceptas alabarte a ti mismo.
Por ejemplo, las historias de la ofrenda de tus cabezas al señor Shiva y el levantamiento de la montaña Kailasa han sido creadas por tu mente y desde entonces las has contado veinte veces.
Y la historia de que por la fuerza de tu brazo fuiste capaz de conquistar a Sahasrabahu, Bali y Vali, la has guardado en secreto en tu corazón.
Escucha, necio, y no alardees más.
¿Puede alguien convertirse en un héroe por el hecho de cortarse su propia cabeza?
A un prestidigitador nunca se le ha considerado un héroe a pesar de que corte en trozos todo su cuerpo con sus propias manos. [...]