[...] Al llegar allí, Sumantra encontró al rey Dasaratha tan pálido y falto de brillo como la luna sin néctar. Sin asiento, lecho ni ornamentos, yacía en el suelo en un estado deplorable.
Suspirando se lamentaba igual que Yayati después de caer de la morada de los dioses. [...]
Suspirando se lamentaba igual que Yayati después de caer de la morada de los dioses. [...]
Tras la muerte del rey Dasaratha, el sabio Vasistha dice a Bharata:
[...] "El rey fue bendecido en todos los aspectos; no es necesario lamentarse por él. Así pues, no te apenes más y obedece fielmente la orden del rey.
El rey te ha dado la soberanía; por tanto, te corresponde hacer realidad las palabras de tu padre, que abandonó a Rama para cumplir su promesa y dejo su cuerpo por la angustia de la separación de Rama.
El rey amaba su palabra más que su propia vida, por tanto, hijo, cumple la palabra de tu padre. Obedece su orden; esto te hará mucho bien.
Parasurama ejecutó la orden de su padre, y mató a su propia madre todo el mundo fue testigo de esto.
El hijo de Yayati, Puru, cambió su propia juventud por la vejez de su padre y no incurrió en ningún pecado ni culpa, pues lo hizo por obedecer la orden de su padre." [...]
El rey te ha dado la soberanía; por tanto, te corresponde hacer realidad las palabras de tu padre, que abandonó a Rama para cumplir su promesa y dejo su cuerpo por la angustia de la separación de Rama.
El rey amaba su palabra más que su propia vida, por tanto, hijo, cumple la palabra de tu padre. Obedece su orden; esto te hará mucho bien.
Parasurama ejecutó la orden de su padre, y mató a su propia madre todo el mundo fue testigo de esto.
El hijo de Yayati, Puru, cambió su propia juventud por la vejez de su padre y no incurrió en ningún pecado ni culpa, pues lo hizo por obedecer la orden de su padre." [...]