[...] Y la niña de esbelta cintura tendida en el suelo como alguien dormido, vencida por el veneno de la serpiente, nuevamente volvió a ser más bella que en la vida. Y su padre adoptivo y los otros santos ascetas que estaban allí, la vieron tendida inmóvil en el suelo con el esplendor de un loto.
Y luego vinieron muchos Brahmanas notables llenos de compasión, y se sentaron a su alrededor.
Swastyatreya, Mahajana, Kushika, Sankhamekhala, Uddalaka, Katha y Sveta de gran renombre, Bharadvaja, Kaunakutsya, Arshtishena, Gautama, Pramati y el hijo de Pramati, Ruru, y otros habitantes del bosque, vinieron allí-.
Y cuando vieron a la doncella muerta en el suelo vencida por el veneno del reptil que la había mordido, todos lloraron llenos de compasión. [...]
Y luego vinieron muchos Brahmanas notables llenos de compasión, y se sentaron a su alrededor.
Swastyatreya, Mahajana, Kushika, Sankhamekhala, Uddalaka, Katha y Sveta de gran renombre, Bharadvaja, Kaunakutsya, Arshtishena, Gautama, Pramati y el hijo de Pramati, Ruru, y otros habitantes del bosque, vinieron allí-.
Y cuando vieron a la doncella muerta en el suelo vencida por el veneno del reptil que la había mordido, todos lloraron llenos de compasión. [...]